divendres, 3 de juny del 2016

FLEXIBILIDAD

Flexibilidad. Lo primero que se me viene a la mente al escuchar o ver esta palabra es la capacidad que tiene un cuerpo o ciertas partes del cuerpo de doblarse sin ser dañadas. Suelo olvidar que esta palabra tiene otro significado, un significado metafórico. Esta palabra también hace referencia a la capacidad de una persona de adaptarse a las circunstancias. Con este sentido metafórico de la palabra los alumnos de bachillerato artístico de INS  Ramón Coll i Rodès de Lloret de Mar crearon una exposición de obras plásticas que fue inaugurada el día 21 de abril.

La casualidad y posteriormente mis ganas de ver a gente flexible me hicieron entrar en la sala de exposiciones de la biblioteca. Me imaginaba gente haciendo todo tipo de acrobacias, moldeando sus cuerpos y demostrando que están hechos de goma. Pero estaba equivocada ese no era el concepto. Empecé a ver dibujos, algunas obras plásticas, pinturas… y comencé a preguntarme a que venía el nombre de la exposición. Para salir de dudas me acerqué a la profesora que dirigía la exposición y le pregunté - ¿Por qué lleva el nombre de flexibilidad?- muy amablemente ella me explico que había surgido a partir de una charla que les habían dado a los alumnos en clase donde se les explicaba la importancia de abordar los problemas con flexibilidad, es decir con una mente abierta que les permita ver las distintas opciones que hay de solucionar algún conflicto.

Gracias a su explicación pude entender mejor una de las obras, la que causaba más curiosidad. Eran un montón de luces. Lámparas colgadas y algunas en una mesa. No eran lámparas convencionales ahí estaba el sentido de la obra. El problema que se planteaba era: ¿Cómo crear una lámpara con elementos no convencionales? A partir de aquí los alumnos demostrarían esa flexibilidad de abordar el problema con una mente abierta dando paso a una creatividad desbordante.  Lámparas hechas con perchas, con macetas, con ramas de árboles, con un tutú para bailar ballet… resulta sorprendente como la mente  puede darle un giro en positivo a todas las cosas.

Después de media hora buscando significados en cada obra expuesta me senté en un extremo de la sala a observar todo el ambiente, entonces comprendí que no estaba siendo flexible con las circunstancias. Estaba en una exposición de obras de arte lo que requería una mente abierta, dejar de lado los convencionalismos para adaptarme a la situación. Solo de esa manera podría disfrutar. De pronto mi reflexión se vio interrumpida por un discurso de la directora del instituto quien agradeció la asistencia de todos los presentes y sobretodo el esfuerzo y las ganas de todos los alumnos por sus trabajos. Tras sus breves palabras se abrió la zona de los canapés que se llenó en un minuto pero al verme yo sola en la sala decidí darme la última vuelta para empaparme de la esencia de la exposición. 


Gabriela Pinto Claure

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